El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reforzado su apuesta por la tecnología para seguir creciendo y acercar servicios públicos de calidad a la ciudadanía. El mensaje, trasladado este 9 de octubre en Campo de Criptana (Ciudad Real), pone el acento en el papel que juegan las comunicaciones en una comunidad autónoma de gran extensión y con realidades muy distintas entre áreas urbanas y rurales.
La hoja de ruta sitúa la conectividad y el uso de herramientas digitales como palancas para mejorar la relación entre Administración y ciudadanía. El Ejecutivo regional defiende que «las comunicaciones son un elemento de cohesión social» y que su fortalecimiento permite garantizar el acceso a las prestaciones con independencia del municipio de residencia.
Impulso a los servicios públicos digitales
La apuesta se orienta a acercar servicios públicos de calidad mediante la consolidación de canales digitales y la ampliación de las vías de contacto con la Administración. La modernización tecnológica se presenta como un medio para reducir barreras geográficas y temporales, facilitar trámites y mejorar la respuesta en ámbitos clave como la atención social, la educación o la sanidad, sin desplazar el acompañamiento presencial allí donde sea necesario.
En la práctica, esta orientación prioriza procedimientos más sencillos, información en tiempo real y atención multicanal, con especial atención a los municipios medianos y pequeños. El objetivo es reforzar la atención a la ciudadanía y asegurar que la distancia no condicione derechos ni oportunidades, en línea con estándares de accesibilidad y seguridad en el manejo de datos públicos.
El Ejecutivo subraya además la dimensión organizativa: tecnología no solo como infraestructura, sino como método para trabajar mejor. La coordinación entre departamentos y la interoperabilidad de sistemas son claves para que la digitalización redunde en servicios más ágiles y medibles, con indicadores que permitan evaluar mejoras y detectar cuellos de botella.
Comunicaciones para un territorio extenso
Castilla-La Mancha es una región extensa y heterogénea, donde las comunicaciones determinan la calidad de los servicios en el día a día. La Administración autonómica las considera un vector vertebrador, capaz de unir núcleos dispersos y garantizar la continuidad de la atención en condiciones de igualdad.
En este contexto, el refuerzo de redes y la adopción de soluciones digitales se plantean como instrumentos para ampliar el alcance de los servicios públicos y mejorar la eficiencia. El objetivo declarado es reducir barreras geográficas y asegurar que un aviso, una cita o una gestión se resuelvan con la misma eficacia, se viva en una capital o en una localidad de menor población.
La priorización de las comunicaciones como eje transversal incide también en la coordinación con entidades locales y en la mejora de la trazabilidad administrativa: saber en qué punto está cada expediente y quién debe actuar a continuación. Con ello, la Administración busca ganar previsibilidad y confianza, dos factores que la ciudadanía percibe de forma directa cuando el servicio funciona a la primera.
Desde Campo de Criptana, el mensaje resumido es claro: más y mejores comunicaciones para acercar la Administración, con la tecnología como herramienta y no como fin. El énfasis está en prestar un servicio público más próximo, homogéneo y útil en todo el territorio, apoyándose en soluciones digitales que faciliten la vida de las personas y den solidez al principio de cohesión social.



