El Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real ha dado luz verde, con amplio respaldo, a la Ordenanza Reguladora de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El texto se someterá a información pública durante 30 días hábiles a partir de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, paso previo a la aprobación definitiva.
La norma busca adecuar la movilidad urbana a la legalidad vigente y al tamaño y ritmo de la capital manchega. No fijará restricciones genéricas a la circulación por tipo de vehículo: las limitaciones de acceso solo se activarán de forma temporal cuando se registren niveles elevados de contaminación en los medidores de calidad del aire instalados en la ciudad.
Amplio respaldo político
La ordenanza salió adelante con los votos de PP, PSOE, Ciudadanos y el edil no adscrito, mientras que VOX votó en contra. Antes del Pleno, el documento pasó por el Consejo de Movilidad sin votos contrarios y con la participación de empresarios y agentes sociales del municipio.
El concejal de Movilidad, Miguel Hervás, celebró el consenso alcanzado y el trabajo conjunto entre grupos. «Este proyecto representa una forma distinta de afrontar la movilidad», señaló, en referencia a un modelo que impulsa las peatonalizaciones y refuerza el transporte público.
Los grupos socialista y de Ciudadanos defendieron que el texto es prudente, se ajusta a la normativa y responde a la realidad de Ciudad Real, combinando criterios de sostenibilidad con la actividad económica y la convivencia urbana.
Restricciones solo en episodios
El Ayuntamiento subraya que la ZBE de Ciudad Real no se concibe como un sistema de vetos permanentes, sino como un instrumento de intervención puntual. Las limitaciones de acceso se aplicarán únicamente durante episodios de contaminación, en función de las lecturas de las estaciones de control.
Hervás recalcó que «no será necesario cambiar de coche». La ordenanza contempla amplias moratorias y un régimen de excepciones para residentes y colectivos ajustado a las particularidades de la ciudad, con el objetivo de que ningún vecino se vea perjudicado por la entrada en vigor de la norma.
El enfoque municipal prioriza el transporte público como alternativa en picos de polución. En esos episodios, se habilitarán medidas de gratuidad en la red de autobuses para facilitar la movilidad sin recurrir al vehículo privado.
Tramitación y alegaciones
Tras la aprobación inicial, el borrador queda expuesto a información pública por un plazo de 30 días hábiles desde su publicación en el BOP. Durante ese periodo, ciudadanía, asociaciones y entidades podrán presentar alegaciones y sugerencias. Concluida la fase de exposición y análisis de propuestas, el Pleno deberá resolver y someter el texto a aprobación definitiva.
El Gobierno local defiende que el diseño de la ZBE está «adaptado a la realidad de Ciudad Real», con una implantación por fases y activación condicionada a la calidad del aire. La ordenanza aspira a combinar objetivos ambientales y de salud pública con un impacto limitado en la movilidad cotidiana y la actividad económica.
Con la tramitación en marcha, el Ayuntamiento emplaza a los actores locales a participar en la mejora del texto, que sienta las bases para una aplicación gradual y modulada de la ZBE y refuerza las herramientas para actuar con rapidez ante episodios de contaminación.



